El ritual del matrimonio en los tiempos de ahora parece que ha quedado algo insulso si se comparan con las bodas de las películas. Las novias no huyen como Julia Roberts en 'Novia a la fuga', los padrinos y el novio no desaparecen en medio de una gran resaca como en 'Resacón en Las Vegas', y no aparece una banda de la nada para sorprender a la pareja como en la comedia romántica 'Love Actually'.