La "arbitraria", según la ONU y ONG, política de separación está traumatizando a miles de pequeños en los países satélite del gigante asiático
ALMATY (KAZAJISTÁN), 10 Feb. (DPA/EP) - La campaña de represión contra las minorías étnicas que el Gobierno chino efectúa en la región de Xinjiang, en el noroeste del país, no solo se refleja en los campos de concentración de la zona, que aglutinan a un millón de personas aproximadamente, la mayor concentración de presos por motivos étnicos desde la II Guerra Mundial, sino también en su cruel política de separación familiar.