Actualizado 23/10/2017 12:57

Día de la Naturaleza, el riesgo de perder la inmensidad del planeta

A boy holds his dog in Santa Izabel do Rio Negro, in Amazonas state, northern Br
© RICARDO MORAES / REUTERS

   MADRID, 3 Mar. (Notimérica) -

   A la comprometida pregunta de "¿qué buscas en una persona?", la mayoría de las respuestas suelen relacionarse con la intención de encontrar a alguien que se muestre tal y como es, en definitiva, que sea natural. Por eso, se asemeja la sensación que produce conocer a la persona ideal a la de varias mariposas revoloteando en el estómago.

   Esta relación no es más que una prueba eficaz de que el ser humano necesita estar rodeado de la naturaleza para sentir el impulso vital de seguir adelante en su desarrollo y trayectoria personal. Por esta razón, una de sus preocupaciones principales tendría que estar anexada con la del medio ambiente y la vida silvestre, cuyo Día Mundial se celebra cada 3 de marzo.

   Lejos de este aspecto poético y sentimentalista, la Asamblea General de Naciones Unidas celebra este día desde 2013 con la intención de destacar la necesidad de preservar la belleza y variedad de la flora y fauna a nivel mundial, con el objetivo de concienciar acerca de los numerosos beneficios que éstas conllevan.

   A su vez, en esta jornada se pone en evidencia la vulnerabilidad de este inestimable valor natural para combatir contra la explotación humana de zonas verdes y el tráfico ilegal de especies de animales, muchos de ellos en peligro de extinción.

   Tanto los animales como las plantas y demás tipologías florales contribuyen al desarrollo de diferentes aspectos vitales de la humanidad, como los ecológicos, genéticos, culturales, educativos, científicos, sociales y económicos del bienestar de los seres humanos.

   El papel del ser humano es fundamental en la conservación de estos tesoros de la naturaleza, al ser consciente de las trágicas consecuencias que pueden tener sus acciones, como los incendios forestales provocados o la contaminación de las aguas por vertidos tóxicos y de materiales que no son biodegradables.

   La denuncia por casos de tráfico irregular de especies amenazadas y la reducción del impacto del ser humano en la naturaleza son otras de las iniciativas que se quieren dar a conocer durante este día en el que la flora y la fauna son protagonistas.

   Cabe destacar que esta voluntad de preservación del medio es indispensable especialmente en los países de iberoamérica, que cuentan con una excepcional lista de Patrimonios de la Humanidad declarados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en los que se incluyen diversos parques nacionales con una gran pluralidad de animales.

   Es el caso del Parque Nacional Isla del Coco en Costa Rica, el Parque Nacional Darién de Panamá, Alejandro de Humboldt en Cuba y los parques naturales de Ischigualasto y Talampaya, entre otros lugares de incalculable valor y belleza. Algunos de estas zonas están en peligro de ser destruidos por el turismo masivo o las catástrofes naturales.

   Entre los espacios que aparecen en la temida lista de los patrimonios en riesgo se encuentran la Reserva de la Biosfera de Río Plátano en Honduras, las fortificaciones panameñas de Portobelo y San Lorenzo, las salitreras de Humberstone y Santa Laura en Chile y la zona arqueológica peruana de Chan Chan.

ESTAR ACTIVO

   Los informativos y telediarios de todo el mundo nos muestran a menudo aberrantes acciones humanas que podrían evitarse con el apoyo del organismo fundamental de cada país, el Gobierno, cuyas intenciones no parecen ser suficientes ni útiles la mayoría de las veces. Debido a esto, la sociedad debe comprometerse para evitar el desgaste de la riqueza inmaterial que lo rodea.

   Muchas partes del mundo no quedan exentas de estas atrocidades: la caza furtiva de elefantes en Kenia para la venta ilegal de sus codiciados colmillos de marfil, la matanza indiscriminada de focas en Canadá con la intención de arrancar sus pieles o la captura de cocodrilos y tigres con la misma finalidad, no dejan de sorprender a una audiencia que apaga el televisor cuando aparecen las imágenes y se queda de brazos cruzados.

   A pesar de sus muchos defectos, los medios de comunicación tienen la gran virtud de dar a conocer de forma masiva los problemas por los que está atravesando la sociedad. Por ello, cada vez existen más afiliados a diversas organizaciones que se preocupan por los derechos de los animales en todo el mundo.

   Una de ellas es Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA, por sus siglas en inglés), que se centra en el bienestar de las especies, rechazando cualquier tipo de propiedad privada y ensayos con animales en cualquier tipo de granjas o factorías.

   Además, en este sector destaca AnimaNaturalis, una organización sin ánimo de lucro que busca promover cambios sociales y legislativos en lo que a animales se refiere, contando con varias sedes en diversos países iberoamericanos, como Colombia, Ecuador, Argentina, Perú y México.

   Como estas, existen muchas otras asociaciones que tienen la finalidad de juntar el mayor número posible de personas que quieran colaborar para la preservación natural del medio en cualquier punto del mundo.

   Sin embargo, antes que eso es necesaria la concienciación personal de que un paso hacia adelante, por pequeño que sea, es una muestra de que la sociedad se interesa por el presente y el futuro de la vida en el planeta.

   Por ello, la celebración de esta jornada es motivo suficiente para conocer cuáles son nuestras capacidades humanas para mantener el legado natural del pasado e implicarnos en que así sea. Sin ellas, la denominación de 'Día Internacional' no tendría sentido.