Hace poco más de diez años, cuando pretendía ser alcalde de San Salvador, el ahora presidente salvadoreño, Nayib Bukele, prometió que estaría "del lado correcto de la historia" y nunca del de los "discriminadores", pero las organizaciones LGTBI hoy denuncian persecución, falta de derechos e invisibilización en medio de una creciente deriva conservadora del Gobierno.